lunes, 24 de enero de 2011

El pequeño cuento de Laura de Montenegro








La princesita rió, rió y rió y el jardín se llenó de flores y flores y flores.

Lo que se dice F L O R E S.

En la noche se pinchó con una rosa y lloró

y el cielo oscuro se llenó de las estrellas que le salieron de los
O J O S



No pudo evitar alegrarse al mirarlas y las paredes de su habitación se llenaron de MARGARITAS.



Fue por eso que Laura de Montenegro supo que la alegría y la tristeza son extremos de la misma cuerda de emociones y se durmió tranquila y en su sueño hubo lágrimas y risas

viernes, 21 de enero de 2011

Microcuentos 2




Pero el cuento no quería terminar, quien lo escribió (nosotros) decidimos que sí, pero el cuento se resistía y apareció por sorpresa la princesa del amanecer resplandeciente y leyó el cuento y no tuvo otra ocurrencia que preguntarle al dinosaurio:

- ¿Es esto una venganza?
- ¿Cómo una venganza? -respondió preguntando el dinosaurio
- Sí, como desapareciste en el mundo en la prehistoria ahora hiciste que el mundo desapareciera en ti.


El dinosaurio se quedó con la boca abierta y rodando, rodando le entró una lágrima. La segunda lágrima, como en la canción, cayó en la arena y escribió la siguiente frase

En ese momento el dinosaurio cayó en la cuenta que hacía miles de años que había desaparecido y cerró la puerta de sus recuerdos.

¿Qué tienes que decir a esto Laura? ¿En qué piensas? ¿Puede ser que el dinosaurio se perdiese en el tiempo y desapareciera? ¿Tal vez cerró los ojos para volver a resucitar al mundo tras su ventana? ¿Cómo sigue este cuento?

Dime...y dime también que zapatos te has puesto hoy, que sueter, que vestido llevas

lunes, 10 de enero de 2011

Microcuentos




Laura no sabe quien es Augusto Monterroso y aún no tiene por qué saberlo. Te lo diré yo, es un gran escritor que nació en Honduras, pero que todo el mundo considera mexicano. Él escribía minicuentos y uno muy famoso es el del dinosaurio, el cuento más corto del mundo.

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí"

¿Quién despertó? ¿Dónde estaba? ¿Qué había hecho antes el dinosaurio? ¿Qué hace ahora? ¿Se desmayó del susto? ¿Son amigos? ¿Lo aplastará con sus patazas? ¿Verán juntos el crepúsculo esa tarde única?

¡Cuantas preguntas, Laura! Entonces, Laura y yo decidimos inventar microcuentos. El primero fue el de nuestro propio dinosaurio.



"Cuando despertó el dinosaurio y se asomó al balcón, el mundo había desaparecido"

¿Dónde estábamos nosotros que le habíamos dejado solo? ¿Se puso a llorar el dinosaurio? ¿Adónde se va el mundo cuando desaparece?

¿Puedes tú contestarme alguna de estas preguntas, mi Lauri?